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CRONICA SOCIAL-. CICATRICES EN LA MESA CAMILLA.
La foto "tomando algo" que la recuerda la organización, evidente en el tiempo pasado no éramos tan "piquismiquis", café para todos y la bollería a repartir, o diríamos compartir, como siempre jugamos con las palabras para decir lo mismo cuando no es así, antaño el compartir era sinónimo de generosidad, hoy día es como ponernos en estado cómplice de estar de acuerdo con lo que nos ofrecen, pero se comparte generalmente se le da mucho jabón ocultándonos en lo que otros dicen sin esforzarnos en una simple opinión, para que, te bloquean el pensar diferente.
Lo que esta claro que los retratados tienen un buen ambiente, nos parece que asisten a una boda que ni sabemos de quien y que nadie nos dirá, los acomodaron en la "mesa camilla" de unos de los rincones del salón, seguro que ellos mismos se indujeron a la tranquilidad fuera del bullicio de alegrías de la promesa de los prometidos llevada a la realidad, por la vestimenta puede que sea invierno aunque era mas normal de estos acontecimientos se produjeran en verano, no sabemos si era por tiempo soleado, nos paramos y pensamos que por el periodo veracional los familiares y amigos que vivían en otras poblaciones tenían mejor opción y asistir al evento.
Nos sale de ojo las pesadas mesas de madera por su resistencias, marcadas en once mil batallas y seguían sin doblar las patas, otra de las cosas a reseñar es la cafetera de repartir, que decir de la señora con botella en mano que suponemos que seria aguardiente o anís del mono para animar al negro café o la blanca leche y que pudieran ligar dando un punto armonioso de un día que otros recordaran para bien o para mal, con estos tiempos tan inseguros de un cambio climático por pedir algo nos gustaría imprescindiblemente se nos hace que la naturaleza vuelva al calendario, es lo que hay...... tasio.....
La foto "tomando algo" que la recuerda la organización, evidente en el tiempo pasado no éramos tan "piquismiquis", café para todos y la bollería a repartir, o diríamos compartir, como siempre jugamos con las palabras para decir lo mismo cuando no es así, antaño el compartir era sinónimo de generosidad, hoy día es como ponernos en estado cómplice de estar de acuerdo con lo que nos ofrecen, pero se comparte generalmente se le da mucho jabón ocultándonos en lo que otros dicen sin esforzarnos en una simple opinión, para que, te bloquean el pensar diferente.
Lo que esta claro que los retratados tienen un buen ambiente, nos parece que asisten a una boda que ni sabemos de quien y que nadie nos dirá, los acomodaron en la "mesa camilla" de unos de los rincones del salón, seguro que ellos mismos se indujeron a la tranquilidad fuera del bullicio de alegrías de la promesa de los prometidos llevada a la realidad, por la vestimenta puede que sea invierno aunque era mas normal de estos acontecimientos se produjeran en verano, no sabemos si era por tiempo soleado, nos paramos y pensamos que por el periodo veracional los familiares y amigos que vivían en otras poblaciones tenían mejor opción y asistir al evento.
Nos sale de ojo las pesadas mesas de madera por su resistencias, marcadas en once mil batallas y seguían sin doblar las patas, otra de las cosas a reseñar es la cafetera de repartir, que decir de la señora con botella en mano que suponemos que seria aguardiente o anís del mono para animar al negro café o la blanca leche y que pudieran ligar dando un punto armonioso de un día que otros recordaran para bien o para mal, con estos tiempos tan inseguros de un cambio climático por pedir algo nos gustaría imprescindiblemente se nos hace que la naturaleza vuelva al calendario, es lo que hay...... tasio.....