Los pozos en las casas volverán a tener tanta relevancia como antaño tuvieron en el uso del vecindario. Recordemos incluso que fueron motivo de arrendamientos tanto para beber como para lavar. Ojalá que no volvamos atrás, sepamos por lo menos valorar. En nuestro tiempo este pozo era propiedad de Juana Grados y lo tenía dado para el adecentamiento de la iglesia. A señora Juana, era la caseta de la "Casa Grande", era una mujer muy amable con los monaguillos que iban todos los domingos a por brasas para el incisario; eran tiempos del "Asperger me" y del "Gloria in excelsis Deo". SALUDOS.