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MEMBRIO: RELATOS AL ATARDECER-CXXXI....

RELATOS AL ATARDECER-CXXXI.
LAS SÁBANAS SUCIAS. Una pareja de recién casados se mudó a un barrio muy tranquilo. En la primera mañana en la casa, mientras tomaba café, la mujer observó a través de la venta, que una vecina colgaba las sábanas en el tendedero. Qué sábanas tan sucias cuelga la vecina en el tendedero, dijo la mujer a su marido. Quizás necesite un jabón nuevo o alguien que le enseñe a lavar. Si yo fuese su amiga, le preguntaría si ella quiere que yo le enseñe a lavar las sábanas. El marido miró y se quedó callado.
Una semana después, nuevamente, durante el desayuno, la vecina colgaba sábanas en el tendedero y la mujer repetía su discurso a su marido.
Nuestra vecina continúa colgando las sábanas sucias. Ojala tuviera confianza con nuestra vecina, porque iría a su casa y le daría algún buen consejo para que sus sabanas relucieran más que el sol. Parece mentira, pero esa pobre mujer lava cada día peor.
Con frecuencia la mujer seguía repitiendo su discurso a su marido, juzgando a la vecina con sus sábanas sucias. Un día la mujer se sorprendió al ver a la vecina tendiendo las sábanas bien limpias, y entusiasmada fue a decir al marido: Por fin aprendió a lavar las sábanas. Será que alguna vecina le enseñó a lavarlas. Por qué yo no hice nada por ella.
El marido con toda la calma le respondió: No, hoy yo me levanté más temprano y lavé los cristales de nuestra ventana!.
Vemos la paja en el ojo ajeno, y no vemos la viga en el nuestro.
Así es, debemos aprender a reconocer nuestros propios defectos y limitaciones antes de criticar a los demás.