2. Últimas posadas.
... nos daban algarrobas, que siempre nos hacía recordar al conquistador Francisco Pizarro cuando se comía las algarrobas cuando guardaba
cerdos: resultando ahora que no es verdad, que aunque bastardo era hijo de un señor Hidalgo; aunque los hierros también podía ser truqueado por otras cosas: pitos, pelotas, huchas de Barro, cantaridina, etc.
A la
Posada llegaban toda clase de vendedores y viajantes. Quizás los más populares fueran los que formaban "los baratillos" de porcelana,
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