Poco o casi nada porque en nuestra historia infantil está registrado el "entierro de la sardina" porque estaba prohibido; pero si el Miércoles de Ceniza". Una vez quemada las hojas de olivo del Domingo de Ramos de la última Semana Santa en el anafre, colada y puesta en bandeja para la "toma de ceniza" por parte del sacerdote, que te recordabas donde iba a parar:"Acuérdate que polvo eres y en polvo te convertirás". Hoy la fórmula se ha suavizado: "Convierte y cree en el Evangelio". Y empezaba con la popular "bula", que estaba cogida o pinchada en el mantel del altar en la parte de la izquierda, que como los monaguillos colocados a la izquierda poco tenían que hacer (tranquilos: que era cuando el altar estaba pegado al retablo), daba tiempo de leerla y lo que más salía de ojos, era que estaba firmada por el arzobispo de Toledo de entonces, D. Enrique Pla y Deniel... CONTINUARA. Saludos.