Era normal que los quintos dieran bailes... muchos aprendimos a bailar en ellos. Pero el momento de la verdad: el tallaje y el reconocimiento médico, en el que se hacía gran hincapié si eras "quebrado" y los pies "planos" sin olvidar si se daba o no la talla. El sorteo tenía su importancia, puesto que España tenía más plazas -aparte de Ceuta y Melilla- en África. La calle se llenaba de gente en la puerta de la central de teléfono, que no debemos olvidar que tuvo tres emplazamientos, todos en línea recta... CONTINUARA. Saludos.