Tan importante era los adobes, que las propias cofradías de los
santos tenían el barro de la
charca en propiedad y lo vendían al mejor postor. La Cofradía que sobresalía en estas cuestiones era la de Las Ánimas Benditas, quizás porque estaba más relacionada con la muerte y por extensión con el testamento que se daba. Siempre pensando que era otra vida muy alejada de la actual, pero eso no quiere decir que no existiera esa forma de ser y sentír. SALUDOS.