Aparte que está señora viniese de por agua y pasase delante del Ayuntamiento... nos hace recordar cuando en el "Ayuntamiento Viejo" se votaba para cualquier cosas con papeletas que se echaba en cántaros; baja el aguacil municipal y cogía al primer muchacho -muchacha no porque aún no existía el concepto de machista- lo subía por la escalera y lo invitaban a sacar papeletas de los respectivos cántaros. De ahi lo de"una mano inocente" que persiste en nuestros días, no así los cántaros quejan pasado a mejor vida: decoración, que debido a los nietos, ya van quedando menos. SALUDOS.