RELATOS AL ATARDECER-CLXI.
EL ROCE HACE EL CARIÑO. Si tenemos mucho contacto, si por el uso o la costumbre llegamos a conocer mucho algo o a alguien… le cogemos cariño. Un cariño es una atención destinada a mostrar afecto. El afecto es la manifestación por la que alguien se siente querido por otro. Queremos a alguien cuando nos afectan su alegría y su tristeza. Nos encariñamos con aquellos que tenemos cerca y nos muestran afecto.
Afecto es una palabra muy poco utilizada por su llaneza, pero en ella anida la materia de la que está hecha nuestra humanidad. Doctrinalmente se define como las pasiones del ánimo, especialmente el amor y el cariño, es un vínculo invisible que anuda a una persona con otra a través de la valoración positiva que se establece entre ellas. Si ese cariño es muy intenso puede acarrear amor.
Pasamos parte de nuestro tiempo en el trabajo, así que es normal que sea uno de los lugares más comunes para enamorarse, esto ocasiona estar muchas horas con una persona trabajando en proyectos juntos, viviendo momentos de angustia y a la par celebrando esas pequeñas victorias del día a día. No es nada raro que en esas ocasiones surjan los sentimientos. Sí esa otra persona puede ser tu inmediato superior, alguien con quien compartes muchas horas, también un objetivo común y hasta las horas de las comidas y alguna fiesta de empresa. Si sentís una atracción mutua no sería nada raro que vuestra relación evolucione en algo mucho más complicado, pero también excitante.
No en todas las empresas está bien visto que sus empleados tengan relaciones personales, y más en ocasiones en las que la relación se produce entre un subordinado y su superior. Pero también hay muchos casos en los que las relaciones evolucionan favorablemente y son un claro ejemplo de que no tienen por qué afectar al trabajo. Algunas profesiones son más acaparadoras que las demás, son esas en las que se pasan más horas de trabajo o momentos con mucha intensidad. Condiciones especiales que hacen que se estrechen las relaciones entre compañeros y se acabe favoreciendo que se formen parejas y romances.
Banqueros, financieros, personal relacionado con este mundillo son los más proclives a caer en el amor durante la jornada laboral.
Profesores, profesoras y funcionarios ocupan el segundo puesto de este ranking.
Azafatas y pilotos ocupan el tercer lugar en este pódium, ya que pasa mucho tiempo de viaje en un avión y hace que haya más facilidades para tener una relación con algún compañero de trabajo.
Según un estudio hasta el 85% reconocía que era mejor no tener relaciones sentimentales con ningún compañero. Y sin embargo, hay muchas veces en las que no se puede hacer nada por evitarlo. El amor surge y hay que tomar decisiones.
Cuando hay amor, amistad..... entre personas y por razones laborales u otras circunstancias si se alejan durante algún tiempo todo puede caer en el olvido.
Un conocido dicho asegura que la distancia aboga al olvido.
EL ROCE HACE EL CARIÑO. Si tenemos mucho contacto, si por el uso o la costumbre llegamos a conocer mucho algo o a alguien… le cogemos cariño. Un cariño es una atención destinada a mostrar afecto. El afecto es la manifestación por la que alguien se siente querido por otro. Queremos a alguien cuando nos afectan su alegría y su tristeza. Nos encariñamos con aquellos que tenemos cerca y nos muestran afecto.
Afecto es una palabra muy poco utilizada por su llaneza, pero en ella anida la materia de la que está hecha nuestra humanidad. Doctrinalmente se define como las pasiones del ánimo, especialmente el amor y el cariño, es un vínculo invisible que anuda a una persona con otra a través de la valoración positiva que se establece entre ellas. Si ese cariño es muy intenso puede acarrear amor.
Pasamos parte de nuestro tiempo en el trabajo, así que es normal que sea uno de los lugares más comunes para enamorarse, esto ocasiona estar muchas horas con una persona trabajando en proyectos juntos, viviendo momentos de angustia y a la par celebrando esas pequeñas victorias del día a día. No es nada raro que en esas ocasiones surjan los sentimientos. Sí esa otra persona puede ser tu inmediato superior, alguien con quien compartes muchas horas, también un objetivo común y hasta las horas de las comidas y alguna fiesta de empresa. Si sentís una atracción mutua no sería nada raro que vuestra relación evolucione en algo mucho más complicado, pero también excitante.
No en todas las empresas está bien visto que sus empleados tengan relaciones personales, y más en ocasiones en las que la relación se produce entre un subordinado y su superior. Pero también hay muchos casos en los que las relaciones evolucionan favorablemente y son un claro ejemplo de que no tienen por qué afectar al trabajo. Algunas profesiones son más acaparadoras que las demás, son esas en las que se pasan más horas de trabajo o momentos con mucha intensidad. Condiciones especiales que hacen que se estrechen las relaciones entre compañeros y se acabe favoreciendo que se formen parejas y romances.
Banqueros, financieros, personal relacionado con este mundillo son los más proclives a caer en el amor durante la jornada laboral.
Profesores, profesoras y funcionarios ocupan el segundo puesto de este ranking.
Azafatas y pilotos ocupan el tercer lugar en este pódium, ya que pasa mucho tiempo de viaje en un avión y hace que haya más facilidades para tener una relación con algún compañero de trabajo.
Según un estudio hasta el 85% reconocía que era mejor no tener relaciones sentimentales con ningún compañero. Y sin embargo, hay muchas veces en las que no se puede hacer nada por evitarlo. El amor surge y hay que tomar decisiones.
Cuando hay amor, amistad..... entre personas y por razones laborales u otras circunstancias si se alejan durante algún tiempo todo puede caer en el olvido.
Un conocido dicho asegura que la distancia aboga al olvido.
Este relato es muy amplio y especial, por muchas razones empezaba amores pero también otros se terminaban cuando uno de ellos se marchaba a tierras lejanas y pasaba meses o años sin verse y el final era muy peligroso.