Chema Muñoz
Hoy he devuelto en cariño a la amistad con un poema a mi amigo Antonio Rivas, y no quiero que nuestra amiga Pochola Pérez-Andreu Díaz
haga hoy su camino final sin llevarse mis palabras en su mochila y las comparta con Dios que también debe sentirse sólo muchas veces.
Yo amo la soledad a sabiendas de saber que me esperan tantas cosas en compañía de todo.
Estar sólo junto al río cubierto de ese silencio que te da junto a la niebla que se respira en el bosque, siendo en la soledad observado por las aves, por lo bichos que acompañan cada metro que a tu paso desencadena el amor.
Amo la soledad a sabiendas que me esperan al día siguiente el sol, la lluvia, la luna, el tacto que da tu pelo, tu abrazo y esa eterna palabra que rima aún sin música con lo dulce de la soledad que espera siempre de tu amistad.
Por todo esto y mucho más contigo y con este mundo me encanta la soledad.
No te sientas sola, estamos a tu lado porque has hecho de nuestra soledad una sonrisa de luz eterna.
Sabes que te seguimos queriendo aún estando en ese envidiado plano que todos envidiamos.
Un beso grande Pochola.
Hoy he devuelto en cariño a la amistad con un poema a mi amigo Antonio Rivas, y no quiero que nuestra amiga Pochola Pérez-Andreu Díaz
haga hoy su camino final sin llevarse mis palabras en su mochila y las comparta con Dios que también debe sentirse sólo muchas veces.
Yo amo la soledad a sabiendas de saber que me esperan tantas cosas en compañía de todo.
Estar sólo junto al río cubierto de ese silencio que te da junto a la niebla que se respira en el bosque, siendo en la soledad observado por las aves, por lo bichos que acompañan cada metro que a tu paso desencadena el amor.
Amo la soledad a sabiendas que me esperan al día siguiente el sol, la lluvia, la luna, el tacto que da tu pelo, tu abrazo y esa eterna palabra que rima aún sin música con lo dulce de la soledad que espera siempre de tu amistad.
Por todo esto y mucho más contigo y con este mundo me encanta la soledad.
No te sientas sola, estamos a tu lado porque has hecho de nuestra soledad una sonrisa de luz eterna.
Sabes que te seguimos queriendo aún estando en ese envidiado plano que todos envidiamos.
Un beso grande Pochola.