Nadie en el pueblo nos enseñó que esta avefría se llamaba: CHOCHA; es tan así que hasta 1955-1965, tuvo que venir D. Rumaldo a una cacería que daba D. Javier Muguiro, en la que D. Rumaldo aviso a su señora esposa diciendo:"Cuidado Nena (Nena era su nombre familiar) que por ahí te entra una chocha' Pues fue una de las "comidillas" como tantas otras que existió en el pueblo durante mucho tiempo; como por ejemplo aquella (ahora que se acercamos fuegos artificiales) que decía:"María, no tengas miedo que soy Nicolás Cornejo que te vengo a salvar la vida" cuando la tía Mari una todos los días andando a buscar medicamentos a Salorino. Lastima que poco a poco se vaya perdiendo la memoria histórica popular Pero en fin.... no sabiendo, no se puede perder memoria alguna. SALUDOS.
Y es que lo más cercano a un botiquín, fue la droguería del tío Claudio, sita en la calle Nueva, en la casa del taxista Vicente Antunez (q. e. p. d.). Después vinieron los botiquines de D. Celestino "el practicante" en la Plaza de D. Antonio Garay, que por cierto.. D. Celestino, que cambiará el nombre por el suyo... no fue de su agrado; y después vino el botiquín de Ramona Tejero, pero la farmacia de Salorino abastecía, hasta que en 1974, puso farmacia Doña María Antonia Sánchez Gundin. Sea como sea, la tía María que vivía en la calle La Cruz y crío al popular y excelente monaguillo "Carriles", ¡Claro que sí la tía María se apodaban "Carriles", y con su burra hacia de transportista de medicamentos, que después contaba con un ligero aumento. Y también iba de noche si fuera necesario. Resulta que una noche muy oscura iba montada y la burra tropezó... ¡Zas...! CONTINUARA. Saludos.