Es una pena que el tío Vicente no lo vea publicado… Tal vez, nosotros tampoco. Este hombre sencillo eras una fuente de sapiencia en cuanto su tiempo vivido respecto al pueblo y un devorador de libros leídos, faceta poco conocida. Era- decimos era porque ayer falleció, que se divertía en cuanto a las preguntas que siempre lo hacíamos. Casualidades de la vida, lo visitamos cuatro horas aproximadamente de su fallecimiento; ya era tarde… apenas pudo contestar a la última pregunta si nos conocía. Jamás se nos olvidará en aquel “veraneo” en “Era Los Hornos”, quiso demostrar antes nuestras infantiles retinas: que era posible freír un huevo en una lancha cerca de su sombrajo. Inusitado nos quedábamos con el respeto y consideración que le hablaba a su tío Joaquín. La paz y el descanso ya lo tiene; sólo darles las gracias por contestarnos a lo que le preguntábamos--- por si alguna vez no lo hicimos. SALUDOS.