No sabemos porqué de aquí a una parte, se ha dejado de usar la conocidísima y popular “vajilla inglesa” o de la “carroza” en estas fiestas navideñas; tal vez porque nuestras hijas no sepan lo que costó pasar por la frontera… silo hubiesen sabido, es un modo de hacernos la puñeta. ¿Quién no ha ido mujer casadera allá por los años setenta con la suegra o hija a la fronteriza aldea de Los Galegos a casa de “António e Carmelim”, hombre serio donde los haya y la española Carmelim la alegría de la casa.
Lo que sí es… que poca gente a reparado que cada plato o utensilio narra una historia diferente… o se tenga miedo a que se rompan platos y sean difícil de recuperar. Sea como sea, parece una antítesis –oposición ente dos proposiciones – entre la finura y la modernidad…en lo que todo da igual. SALUDOS.
Lo que sí es… que poca gente a reparado que cada plato o utensilio narra una historia diferente… o se tenga miedo a que se rompan platos y sean difícil de recuperar. Sea como sea, parece una antítesis –oposición ente dos proposiciones – entre la finura y la modernidad…en lo que todo da igual. SALUDOS.