RELATOS AL ATARDECER-CLXXXV.
APROVECHAR LA OPORTUNIDAD. Un vagabundo leyó en un periódico el siguiente anuncio: Se vende preciosa casa frente al mar. Tiene tres plantas, jardín y piscina. Valor, un euro. Pero qué tontería, pensó.
Al día siguiente encontró otro periódico con el mismo anuncio, pero esta vez sintió curiosidad por saber qué clase de broma podría ser esa. Como le quedaba un último euro en el bolsillo, decidió acercarse hasta allí. Llamó a la puerta y le abrió una elegante mujer.
Disculpe, vengo por lo del anuncio, ¿será una broma, verdad? ¡Nada de eso! La casa está a la venta, dijo la mujer. Sí, pero ¿realmente vale un euro?, insistió él. Sí, así es. Si le interesa, puede entrar a mirar, confirmó ella.
Emocionado, el vagabundo sacó del bolsillo el euro y se lo entregó a la mujer y desde ese momento se convirtió en el propietario de la maravillosa casa. Aun así, decidió preguntar la razón por la cual la vendía tan barata; la mujer sonriente le respondió: Antes de morir mi marido indicó en su testamento que yo debería vender la casa y luego transferirle el dinero de la venta a su amante.
Debo cumplir el último deseo de un moribundo. He publicado este anuncio durante seis meses y usted es el único que ha venido, así que, toda suya.
Es curioso cómo a veces los acontecimientos de la vida te ponen en el lugar y momento correctos para que aprendas una lección, todos tenemos al menos una oportunidad en la vida, sólo es necesario creer que lo imposible es posible.
Que tenga un buen día, dijo la mujer al alejarse.
APROVECHAR LA OPORTUNIDAD. Un vagabundo leyó en un periódico el siguiente anuncio: Se vende preciosa casa frente al mar. Tiene tres plantas, jardín y piscina. Valor, un euro. Pero qué tontería, pensó.
Al día siguiente encontró otro periódico con el mismo anuncio, pero esta vez sintió curiosidad por saber qué clase de broma podría ser esa. Como le quedaba un último euro en el bolsillo, decidió acercarse hasta allí. Llamó a la puerta y le abrió una elegante mujer.
Disculpe, vengo por lo del anuncio, ¿será una broma, verdad? ¡Nada de eso! La casa está a la venta, dijo la mujer. Sí, pero ¿realmente vale un euro?, insistió él. Sí, así es. Si le interesa, puede entrar a mirar, confirmó ella.
Emocionado, el vagabundo sacó del bolsillo el euro y se lo entregó a la mujer y desde ese momento se convirtió en el propietario de la maravillosa casa. Aun así, decidió preguntar la razón por la cual la vendía tan barata; la mujer sonriente le respondió: Antes de morir mi marido indicó en su testamento que yo debería vender la casa y luego transferirle el dinero de la venta a su amante.
Debo cumplir el último deseo de un moribundo. He publicado este anuncio durante seis meses y usted es el único que ha venido, así que, toda suya.
Es curioso cómo a veces los acontecimientos de la vida te ponen en el lugar y momento correctos para que aprendas una lección, todos tenemos al menos una oportunidad en la vida, sólo es necesario creer que lo imposible es posible.
Que tenga un buen día, dijo la mujer al alejarse.