Tal vez sea verdad, que cuando uno se va haciendo mayor, se vea más pasado que futuro: más que el exterminio de la lechuza, mucho más nos acordemos de aquella lechuza que anidamaben el campanario, que todas las noches bajaba a beber aceite dela lámpara del Santísimo (recordemos que había un olivar en la Rivera que como carga de capellanías, les proporcionaba); como también sería conveniente recordar que la iluminación de la iglesia era mediante velas una lámpara formada por numerosas velas se bajaba del crucero. La lechuza Sele localizaba por sus brillante ojos fosforizados o bien por su canto que parecía entremezclar risas y
llantos. Ahora que se habla tanto de la Guerra Cuvil: nos preguntamos, que tuvo que ver el abuelo, que se acostaba detrás de la puerta de la iglesia por miedo que la saquean: más que lechuzas. SALUDOS.
llantos. Ahora que se habla tanto de la Guerra Cuvil: nos preguntamos, que tuvo que ver el abuelo, que se acostaba detrás de la puerta de la iglesia por miedo que la saquean: más que lechuzas. SALUDOS.