Luz ahora: 0,13521 €/kWh
RELATOS AL ATARDECER-CCV.
ACUÉRDATE DE SOLTAR EL VASO. Un psicólogo, en una sesión grupal, levantó un vaso de agua. Todo el mundo esperaba la típica pregunta, ¿Está medio lleno o medio vacío? Sin embargo, preguntó, ¿Cuánto pesa este vaso? Las respuestas variaron entre 200 y 250 gramos.
El psicólogo respondió: El peso absoluto no es importante. Depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo un minuto, no es problema. Si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo. Si lo sostengo un día, mi brazo se entumecerá y paralizará. El peso del vaso no cambia, es siempre el mismo. Pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado, y más difícil de soportar.
Continuó: Las preocupaciones, el odio, la envidia, los pensamientos negativos, los rencores, el resentimiento.... son como el vaso de agua. Si piensas en ellos un rato, no pasa nada. Si piensas en ellos todo el día, empiezan a doler. Si piensas en ellos toda la semana, meses o más tiempo, acabarás sintiéndote paralizado, e incapaz de controlar la situación.
A veces las preocupaciones se enquistan en nuestros pensamientos y no nos dejan centrarnos en las soluciones, ya que nos lleva hacia lo que no podemos hacer en lugar de enfocarnos hacia lo que sí podemos hacer. Está bien ser consciente de los problemas y tener presente las dificultades y los riesgos, pero llenar nuestra cabeza de dificultades durante mucho tiempo nos agota emocionalmente.
Es probable que tus preocupaciones no van a desaparecer con prontitud, pero sí puedes mejorar la actitud con la que te enfrentas a ellas. Es necesario que seas tú quien las controle para no dejar que ellas te controlen a ti. Cuando estés con preocupaciones, "Acuérdate de soltar el vaso".
ACUÉRDATE DE SOLTAR EL VASO. Un psicólogo, en una sesión grupal, levantó un vaso de agua. Todo el mundo esperaba la típica pregunta, ¿Está medio lleno o medio vacío? Sin embargo, preguntó, ¿Cuánto pesa este vaso? Las respuestas variaron entre 200 y 250 gramos.
El psicólogo respondió: El peso absoluto no es importante. Depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo un minuto, no es problema. Si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo. Si lo sostengo un día, mi brazo se entumecerá y paralizará. El peso del vaso no cambia, es siempre el mismo. Pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado, y más difícil de soportar.
Continuó: Las preocupaciones, el odio, la envidia, los pensamientos negativos, los rencores, el resentimiento.... son como el vaso de agua. Si piensas en ellos un rato, no pasa nada. Si piensas en ellos todo el día, empiezan a doler. Si piensas en ellos toda la semana, meses o más tiempo, acabarás sintiéndote paralizado, e incapaz de controlar la situación.
A veces las preocupaciones se enquistan en nuestros pensamientos y no nos dejan centrarnos en las soluciones, ya que nos lleva hacia lo que no podemos hacer en lugar de enfocarnos hacia lo que sí podemos hacer. Está bien ser consciente de los problemas y tener presente las dificultades y los riesgos, pero llenar nuestra cabeza de dificultades durante mucho tiempo nos agota emocionalmente.
Es probable que tus preocupaciones no van a desaparecer con prontitud, pero sí puedes mejorar la actitud con la que te enfrentas a ellas. Es necesario que seas tú quien las controle para no dejar que ellas te controlen a ti. Cuando estés con preocupaciones, "Acuérdate de soltar el vaso".