Los chozos y la vaquera: toda una plasmacion de la arquitectura pastoril tan típica de los campos de Membrío. En primer lugar, a la izquierda, el chozo grande, dormitorio; el segundo, el chozo para los serranos y, en ciertas épocas del año, para pienso; el tercero, el gallinero; el cuarto, derrumbado, el pajero, y, separado de ellos, la vaquera, para encerrar el ganado. Se han transformado significativamente porque antes el entramado interior era de palos de encina, curvados, que daban una imagen exterior de abobevado, bonitos, sin nido, cubiernos por una primera capa de rastrojo, perféctamente entramado, y una superior de retamas, que propiciaba la frescura suficiente en verano y el calor necesario en invierno. Esta estructura antigua se ha sustituido por palos de pinos, estilizando sus formas hasta parecerese a los pináculos de las iglesias góticas y, encima aparecen las cigueñas, que nunca las tuvo. En fín, ni siquiera las nubes del fondo tienen nada que ver con las de antes.