TAL DIA COMO HOY. Tal día como hoy, hacia ya una semana, que tras la salida de escuela mañana y tarde, los monaguillos salían con una banasta recorriendo las calles del pueblo para recoger donativos, la mayor parte en forma de alimentos para pasar la larga noche en el campanario doblando las campanas con aquél repetitivo: “blam… blam… blam… (tres veces al unísono con ambas campanas) seguido del “dam” de la campana grande en solitario; para terminar con el “dim” de la campana chica… y el “blam”, y así terminaba la pregunta: “ ¿Por qué doblan las campanas…?. Y aquí no vale el “te lo han dicho o lo has leído”; sino aprendido del mejor campanero de los últimos tiempos: el tío-abuelo Severiano Alfonso Espárrago, que tenía unas muñecas prodigiosas que son las que movía mientras su cuerpo permanecía estático, impasible al ademán, que ni su sombrero y cigarro en la boca se movía. Y es que eran tiempos en los que las campanas “hablaban”; según ella se sabía si era misa de diario, Misa Mayor, Solemne Festividad (el compás era más rápido el desarrollo); incluso cuando se tocaba “a muerto”; sabiendo distinguir si era un hombre, una mujer o un infante… o a Rosario que se hacía con la campana grande sóla: Pero nosotros hemos venido hoy hablar del “Día de Todos Los Santos” en general y falta muchas cosas que contar y recordar… CONTINUARÁ. Saludos.