Pues no: hay que seguir hablando de las piedras, porque ellas también nos hablan. No por la buenas están ahí por las buenas.... alguna causa necesariamente habrá; otra cosa es saberla encontrar mediante la razón lógica. Es como encontrar "hornillas" de piedras en lo alto de la loma, del valle, en el otero, en el montículo, del cerro, donde los labradores cocían sus pucheros, sus sopas o sus migas; pues porque sencillamente el fuego-en caso de incendio- no baja. También verdad es, que hay que tener un poco de idea y refugiarnos en las historia local: por ejemplo: si nosotros subimos por las laderas de la "Sierra de los Ojeros"; nos podemos encontrar con piedras procedente de una construcción derruidas; pues no es de un chozo de horma de piedras un "bujio" o cosa que se pareciera. Es sencillamente, una caseta de vigilancia de carabineros del tiempo del diputado D. Antonio Garay Vitórica. Piénsese a lo que llamamos "Cementerio Nuevo" (ahora que acabamos de pasar el "Día de los Santos) fue conseguido por él. Algunas veces las historia... pero sólo la historia, es agradecida. Para terminar y no cansar; sabiendo (más pecado tenemos) que cuando nos exigen de leer más de 50 caracteres ya no seguimos leyendo; pero lo siento harba que decir (todo referente al pueblo) que había una frase en el pueblo cuanto a rincones del paseo, que albergaban por tradición a los novios, se decían de ellos con cierto siniestros, mirándolos con cierta culpabilidad; "Si las piedras hablarán...". Ya ni lo entenderíamos. SALUDOS.