Ahora a esperar donde tiene a bien nuestro párroco D. Martin, colocar la lápida; pero eso seguramente ya se verá con focos L. E. D. La verdad es, que en este
pueblo tanto los gobernantes y gobernados hemos sido sensible a estas cosas: fortalecer la memoria en cuanto el devenir de este pueblo. Uno entiende y comprende – como solía decir D. Celestino el practicante – que estábamos o hemos estado en el “primun vivere deinde filosofare”, primero vivir y después Dios dirá”. Pero ahora que todos sabemos
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