Qué raro no ver a nadie en el andén si es buena hora y hace buen tiempo para estar ahí, tal vez sea porque ya nada es como antes.
Hablando del andén y de aquellos tiempos que se juntaba mucha gente y hablando en voz alta mientras decía misa D. José María y que pasaba, pues pasaba que D. José María se sentía molesto porque se oía el murmullo durante la misa y recordamos que en alguna ocasión les mandó algún aviso de "por favor hablen un poquito más bajo durante la misa" para no molestar y problema resuelto sin más consecuencias.
Y además De. José María los invitaba entrar a misa; aunque a decir verdad, "oír misa"... lo que se decía oír misa, ya se escuchaba por los dos altavoces puesto en la Torre, regalo de D. Antonio Garay Espinosa, pero regalado al anterior cura D. Antonio Cortés Calvo y por D. José María renovados. La cuestión es, que cuando D. José María, salía a la puerta de la iglesia... todo el mundo huía, excepto 2 o 3 valientes que se quedaban sentado en el Andén. Otro irá de Valencia D. Olegario, también afro desde los micrófonos la costumbre que se tenía en este pueblo de no entrar en la misa de funeral para entrar a dar el pésame al final. SALUDOS.