Si nos diéramos un paseo por nuestros campos, en cualquier conjunto de casas, veremos un denominador común: el horno de cocer pan. Cuando estos se fueron cerrándose - mejor dicho: desusandose- fueron los comienzos en los que hoy llamamos la España o Extremadura vacía o vaciada. Y lo peor de todo: que es imparable... sino cambiamos de forma de vida. Una de ella - y sirva como propuesta - todo el personal jubilado nacido en el pueblo que viven en las distintas ciudades de España (la del extranjero será más difícil), volvamos al pueblo que nos vio nacer. Es contradictorio que cuando se vivía peor hubiese mayor población. SALUDOS.