Siempre cuando venía al pueblo nos echaba una vista cómplice imposible de responder. Catalina, sin saber nada de métrica, ni que era una cuaderna vía y menos que está formada por versos alejandrinos; era una maestra de la poesía popular, que animaba a cualquier reunión que asistiera con suma devoción; incluso era capaz de convertir la prosa en verso; sabía describir como nadie poniendo a todo, tono, emoción y corazón; como con las siguiente descripción; quizás de ella la más conocida que era….CONTINUARÁ. Saludos