RELATOS AL ATARDECER-CCXXX
FLOR DE LA VIDA. Es el nombre que se da a una figura geométrica compuesta de 19 círculos completos del mismo diámetro y 36 arcos circulares que forman un conjunto de forma hexagonal, el cual se incluye a su vez en un círculo mayor. Los 19 círculos completos pequeños de la figura se solapan creando patrones radiales simétricos similares a flores. Este motivo y muchos semejantes han sido empleados desde la antigüedad y en todo el mundo como patrón ornamental para decorar toda clase de superficies.
El patrón geométrico de la Flor de la Vida contiene dentro de sus simetrías matemáticas el patrón de toda la vida existente. Es un símbolo tan antiguo y potente que se pierde en el origen de los tiempos.
Según los registros arqueológicos y los restos encontrados, el primer grabado de la Flor de la Vida apareció en un templo en Egipto.
El grabado data, según los arqueólogos, de hace más de 6.000 años y sigue siendo un misterio tanto su origen como el logro de un acabado de proporciones perfectas sin la tecnología actual ni las herramientas adecuadas. Una de las cosas más curiosas de la Flor de la Vida es que se encuentra en casi todas las culturas del mundo. Como por ejemplo en el templo de Abydos en Egipto, en el golden Temple de India, en la Ciudad de Éfeso en Turquía, en la Ciudad Prohibida en China, en la mezquita de Córdoba.
El polifacético Leonardo Da Vinci registró en numerosas ocasiones la Flor de la Vida en sus obras. El Hombre de Vitruvio o la Estrella de David de Merkaba son claros ejemplos.
Una excelente manera de sentir las propiedades y los efectos relacionados con la simbología de la Flor de la Vida y el Árbol de la Vida es llevarlo puesto en forma de joya: Pendientes, collares, anillos, pulseras… todas las opciones son buenas.
En la antigüedad también se usaba el término flor para referirse al estado de juventud, salud y lozanía de una persona. Por tal motivo suele decirse expresiones como "Está en la flor de la vida" o "Murió en la flor de la vida".
FLOR DE LA VIDA. Es el nombre que se da a una figura geométrica compuesta de 19 círculos completos del mismo diámetro y 36 arcos circulares que forman un conjunto de forma hexagonal, el cual se incluye a su vez en un círculo mayor. Los 19 círculos completos pequeños de la figura se solapan creando patrones radiales simétricos similares a flores. Este motivo y muchos semejantes han sido empleados desde la antigüedad y en todo el mundo como patrón ornamental para decorar toda clase de superficies.
El patrón geométrico de la Flor de la Vida contiene dentro de sus simetrías matemáticas el patrón de toda la vida existente. Es un símbolo tan antiguo y potente que se pierde en el origen de los tiempos.
Según los registros arqueológicos y los restos encontrados, el primer grabado de la Flor de la Vida apareció en un templo en Egipto.
El grabado data, según los arqueólogos, de hace más de 6.000 años y sigue siendo un misterio tanto su origen como el logro de un acabado de proporciones perfectas sin la tecnología actual ni las herramientas adecuadas. Una de las cosas más curiosas de la Flor de la Vida es que se encuentra en casi todas las culturas del mundo. Como por ejemplo en el templo de Abydos en Egipto, en el golden Temple de India, en la Ciudad de Éfeso en Turquía, en la Ciudad Prohibida en China, en la mezquita de Córdoba.
El polifacético Leonardo Da Vinci registró en numerosas ocasiones la Flor de la Vida en sus obras. El Hombre de Vitruvio o la Estrella de David de Merkaba son claros ejemplos.
Una excelente manera de sentir las propiedades y los efectos relacionados con la simbología de la Flor de la Vida y el Árbol de la Vida es llevarlo puesto en forma de joya: Pendientes, collares, anillos, pulseras… todas las opciones son buenas.
En la antigüedad también se usaba el término flor para referirse al estado de juventud, salud y lozanía de una persona. Por tal motivo suele decirse expresiones como "Está en la flor de la vida" o "Murió en la flor de la vida".