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MEMBRIO: …Nadie se da cuenta que el “tio Manué”, que era el...

Con èsto del “coravirus”, lo único que va hacer es – ya que no habrá Semana Santa – recordar la S. Santa de hace 81 años. Todo era expectación; decían lo que lo vivieron, que “en la iglesia no cabía una alfiler”. Se representaba por PRIMERA VEZ – lástima que sospechemos que en la familia, nadie nos va a seguir con este entusiasmo que nosotros tenemos y podemos por recordar “El ayer del pueblo” – el auto sacramental “LA VOZ DEL ÁNGEL”. Posteriormente la expectación se lo llevó – no hay prisa por el desenlace, que nos quedan 13 días de confinamiento de momento - el “Lavatorio de los pies” del mismo Jueves Santo; pero nosotros nos hemos comprometido de hablar de “La Voz del Ángel”…. CONTINUARÁ. Saludos.

… - ¡Quietos…! Parece que se oye los altavoces del Ayuntamiento: Es música. Será para llevar mejor el confinamiento. El Sr. Alcalde insiste una y otra vez. Que lo mejor que podemos hacer es que nos quedemos en casa. Así que nosotros vamos a proseguir.
Vemos de salir de la sacristía a Satanás y al propio Ángel: Manuel Alfonso Espárrago y Emilio Alfonso Dominguez, padre e hijo en la vida real. Le siguen cuatro jóvenes vestidos de atuendos militares con espadas cruzadas sobre el pecho. El párroco D. Desiderio Gascos, subido en el pulpito pide silencio y que alguien salga a la Plaza, para que dejen de tocar las “matracas”… CONTINUARÁ. Saludos.

… La señora Paula Gómez, más conocida por la “tía Boita”, sentada en el segundo banco de la izquierda se le supone inquita mirando para un lado y otro. Es la que paga “el sermón” o auto- sacramental. Empieza Satanás diciendo barbaridades, se jacta de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor. Vuelve D. Desiderio a mandar a callar. El murmullo cesa de momento. Cuando el “ Ángel” encaramado en lo alto, aprovechando que a la Virgen se había bajado; con voz alegre… CONTINUARÁ. Saludos.

…Nadie se da cuenta que el “tio Manué”, que era el sacristán y hacía de Satanás, en “su” latín, se comunicó con D. Desiderio, subido en el púlpito dijera que tuvieran las velas preparadas. Era “alucinante” como se dice ahora, que estos dos hombres se hablaran cantándose en latín en misa o sermón lo que quería uno del otro y el público, loa feligreses no se enteraban. (Todo el mundo dice – excepto D. Juan y Dña. Paquita - que esto lo sabemos porque lo hemos leído o nos lo han dicho, no que hemos investigados como bien dice este matrimonio de maestros). Cuando el “Angel” irrumpió con dulce voz (era bastante más fina que la grave y bronca de su padre); llenándose la boca de alabanza; cuando los cuatro soldados levantan sus espadas parafraseando en seña de victorias y se apagaban las velas. Mañana, si sigue, que seguirá “el coranovirus” y como no habrá S. Santa; hablaremos de “El Descendimiento” que se hacía, y así colaboraremos a ser más llevadero nuestro confinamiento…Por supuesto los que quieran interesarse de nuestras costumbres… ya desaparecidas. SALUDOS.