Si tenemos la curiosidad y repasamos nuestra historia local, veremos que somos gente bastante impulsivas; cogemos las “cosas” con tanta vehemencia que después las olvidamos: como la gaseosa del tío Guijo que se fabricaba en Membrio, la del bolindre… como los cohetes fabricados por el propio aguacil Sr. Cornejo, que empezaban con mucho humo y disparaban a media altura… como la expectación despertada o explosión de júbilo… CONTINUARÁ. Saludos.