UNA DE LAS PRIMERAS EXTREMEÑAS CONTAGIADAS.
BELÉN TERRÓN RODRÍGUEZ. Estudiante pacense y una de las primeras extremeñas contagiadas
«Acabé mi primera cuarentena justo el día que empezó el estado de alarma»
Era mediados de febrero del 2020 y Belén Terrón, pacense de Erasmus en Italia, disfrutaba con sus amigos de los carnavales en Venecia totalmente ajena a lo que estaba pasando. «El domingo cuando ya estábamos de vuelta nos llamaron nuestros padres advirtiéndonos de que un virus se estaba extendiendo en el norte de Italia y
que tuviéramos cuidado», rememora. Una semana después acabó su experiencia Erasmus. «Mis padres me dijeron que volviera a casa y en el camino del aeropuerto de Sevilla a Badajoz llamé por primera vez al 112 porque tenía un poco de tos». Al llegar a casa vino su primer choque de realidad: «me impactó mucho cuando entré y mi madre y mis hermanos se habían marchado. Me quedé con mi padre, pero yo es que en ningún momento pensé que iba a tener ese virus». Al día siguiente un equipo del 112 le realizó un primer test y 48 horas después le confirmaron lo que nunca imaginó, tenía el covid-19. «Poco a poco me iba encontrando peor y pasé cinco días mal, con fiebre, tos, cansancio, dolor de cabeza pero luego empecé a mejorar». Estuvo 18 días encerrada en su habitación. Un año después lo recuerda como «un horror porque no había información; mis padres estaban muy preocupados y me sentí un bicho raro». Y justo el día que comenzaba el estado de alarma, ella salió de su primera cuarentena: «fue un día feliz para mí, por fin podía ver la luz del sol y a mi familia. Salí de una cuarentena y me metí en otra, pero ya no estaba sola», recuerda. En agosto tuvo que volver a confinarse porque se volvió a contagiar en un viaje a Málaga. «Me reinfecté aunque algunos médicos me decían que era imposible, solo constaba un caso en España; pero así lo decían las pruebas. Fui asintomática y fue duro psicológicamente volver a encerrarse». Un año después no ha vuelto a Italia, pero sí a Huelva, donde estudia el último año de Turismo. «He intentado ser positiva. Solo un día, cuando falleció un chico de veintipocos años, pensé que podría haberme muerto. Pero estoy bien. No sé si me queda alguna secuela, pero me siento afortunada».
BELÉN TERRÓN RODRÍGUEZ. Estudiante pacense y una de las primeras extremeñas contagiadas
«Acabé mi primera cuarentena justo el día que empezó el estado de alarma»
Era mediados de febrero del 2020 y Belén Terrón, pacense de Erasmus en Italia, disfrutaba con sus amigos de los carnavales en Venecia totalmente ajena a lo que estaba pasando. «El domingo cuando ya estábamos de vuelta nos llamaron nuestros padres advirtiéndonos de que un virus se estaba extendiendo en el norte de Italia y
que tuviéramos cuidado», rememora. Una semana después acabó su experiencia Erasmus. «Mis padres me dijeron que volviera a casa y en el camino del aeropuerto de Sevilla a Badajoz llamé por primera vez al 112 porque tenía un poco de tos». Al llegar a casa vino su primer choque de realidad: «me impactó mucho cuando entré y mi madre y mis hermanos se habían marchado. Me quedé con mi padre, pero yo es que en ningún momento pensé que iba a tener ese virus». Al día siguiente un equipo del 112 le realizó un primer test y 48 horas después le confirmaron lo que nunca imaginó, tenía el covid-19. «Poco a poco me iba encontrando peor y pasé cinco días mal, con fiebre, tos, cansancio, dolor de cabeza pero luego empecé a mejorar». Estuvo 18 días encerrada en su habitación. Un año después lo recuerda como «un horror porque no había información; mis padres estaban muy preocupados y me sentí un bicho raro». Y justo el día que comenzaba el estado de alarma, ella salió de su primera cuarentena: «fue un día feliz para mí, por fin podía ver la luz del sol y a mi familia. Salí de una cuarentena y me metí en otra, pero ya no estaba sola», recuerda. En agosto tuvo que volver a confinarse porque se volvió a contagiar en un viaje a Málaga. «Me reinfecté aunque algunos médicos me decían que era imposible, solo constaba un caso en España; pero así lo decían las pruebas. Fui asintomática y fue duro psicológicamente volver a encerrarse». Un año después no ha vuelto a Italia, pero sí a Huelva, donde estudia el último año de Turismo. «He intentado ser positiva. Solo un día, cuando falleció un chico de veintipocos años, pensé que podría haberme muerto. Pero estoy bien. No sé si me queda alguna secuela, pero me siento afortunada».