AGUSTÍN MUÑOZ SANZ. Médico especialista en patologías infecciosas en Badajoz
«LA PANDEMIA QUE HACE DECADAS ESPERABAMOS ES DE GRIPE AVIAR O PORCINA »
Se hablaba de gripe y de otros coronavirus, pero nadie esperaba una enfermedad tan virulenta como la covid-19. Ni la gente en la calle, ni los expertos como Agustín Muñoz Sanz, médico del Servicio de Patología Infecciosa del Hospital Universitario de Badajoz y profesor de la UEx. «La pandemia que esperábamos, desde hace décadas, es de gripe aviar o porcina. Los microbios no tienen fronteras, aunque tras analizar lo que estaba ocurriendo en China y luego en Italia surgió la natural preocupación», cuenta. Hoy recuerda la situación hace un año con «cierta frustración por ignorar entonces lo que sabemos hoy. Nadie aventuraba lo que iba a ocurrir, aunque ciertos planteamientos iniciales, en medio de la ignorancia, se han cumplido. No por ciencia infusa, sino por experiencias previas con otras epidemias». Entre lo peor de este año «del cometa y de la peste», la falta de afectos: «El coronavirus nos ha robado miles de besos y abrazos». Y como especialista en enfermedades infecciosas, lo que desea ahora es que «el azar no diseñe una combinación de mutaciones que hagan el virus peor de lo que ya es». Anhela tratamientos farmacológicos eficaces y la vacunación masiva de la población: «Mientras no se alcance la inmunidad colectiva, no hay garantía de nada».
«LA PANDEMIA QUE HACE DECADAS ESPERABAMOS ES DE GRIPE AVIAR O PORCINA »
Se hablaba de gripe y de otros coronavirus, pero nadie esperaba una enfermedad tan virulenta como la covid-19. Ni la gente en la calle, ni los expertos como Agustín Muñoz Sanz, médico del Servicio de Patología Infecciosa del Hospital Universitario de Badajoz y profesor de la UEx. «La pandemia que esperábamos, desde hace décadas, es de gripe aviar o porcina. Los microbios no tienen fronteras, aunque tras analizar lo que estaba ocurriendo en China y luego en Italia surgió la natural preocupación», cuenta. Hoy recuerda la situación hace un año con «cierta frustración por ignorar entonces lo que sabemos hoy. Nadie aventuraba lo que iba a ocurrir, aunque ciertos planteamientos iniciales, en medio de la ignorancia, se han cumplido. No por ciencia infusa, sino por experiencias previas con otras epidemias». Entre lo peor de este año «del cometa y de la peste», la falta de afectos: «El coronavirus nos ha robado miles de besos y abrazos». Y como especialista en enfermedades infecciosas, lo que desea ahora es que «el azar no diseñe una combinación de mutaciones que hagan el virus peor de lo que ya es». Anhela tratamientos farmacológicos eficaces y la vacunación masiva de la población: «Mientras no se alcance la inmunidad colectiva, no hay garantía de nada».