(4) ….La misión principal que tenía las matracas, era avisar que los Oficios Sagrados iban a comenzar: era tan así que la madre instigaba a que se diera prisa la hija en prepararse, cuando la hija contestaba: “ ¡Ay madre… si todavía no han pasado los muchachos por la calle tocando las matracas”, que tardona eres hija… que se te olvida el velo, la piadosa madre contestaba mientras cogía la “lamparilla de aceite”. Y la hija sigue “erre que erre”, le indica que mire: “Ahí va todavía la tía Juana con la tablera llena de cirios camino de la iglesia… CONTINUARÁ. Saludos.