El hacha es una herramienta con un filo metálico que está fijado de forma segura a un mango, generalmente de madera, cuya finalidad es el corte mediante golpes.
El uso típico para las hachas es cortar leña y talar árboles, pero en el pasado se usaron como armas para la caza y guerra, especialmente por los vikingos, normandos, amerindios, ingleses, franceses, etc., que se emplearon como hacha de armas y hacha de guerra desde el Neolítico, o las hachas arrojadizas.
El origen del hacha debe situarse en la prehistoria. Las piedras de sílice talladas en forma amigdaloide, y las de diorita o basalto pulidas en uno o dos extremos, y a veces con una muesca en medio, se sujetaban con fuertes ligaduras a un palo, formando con él ángulo recto, y servían como arma ofensiva en las luchas entre los hombres o contra los animales salvajes. Son muy notables las hachas martillo de Dinamarca, con un orificio en el centro.
El uso típico para las hachas es cortar leña y talar árboles, pero en el pasado se usaron como armas para la caza y guerra, especialmente por los vikingos, normandos, amerindios, ingleses, franceses, etc., que se emplearon como hacha de armas y hacha de guerra desde el Neolítico, o las hachas arrojadizas.
El origen del hacha debe situarse en la prehistoria. Las piedras de sílice talladas en forma amigdaloide, y las de diorita o basalto pulidas en uno o dos extremos, y a veces con una muesca en medio, se sujetaban con fuertes ligaduras a un palo, formando con él ángulo recto, y servían como arma ofensiva en las luchas entre los hombres o contra los animales salvajes. Son muy notables las hachas martillo de Dinamarca, con un orificio en el centro.