Por otra parte, siempre hay gente qué se dan cuenta de las deficiencias y las subsanan por iniciativa propia. Está vez y no es la primera vez. Y ello ha ocurrido en la ermita de San Bernabé, y es sencillamente pensar dónde pone el párroco sus vestimentas?. Enseguida alguien pensará: ¿Y donde las ponía antes?. Antes, estaba solucionado porque... CONTINUARÁ. Saludos.