RELATOS AL ATARDECER-CCXCI
ELEGIR E IDEALIZAR. A menudo la vida nos pone delante de un cruce en el que tenemos que elegir entre dos caminos. Te ha pasado alguna vez de escoger un camino y de preguntarte: ¿Y si hubiera escogido el otro ahora como sería mi vida? ¿Sería yo más feliz? La mayoría de las veces esto pasa cuando las cosas no nos van del todo bien, cuando, en el camino elegido, vivimos un momento difícil o la realidad del momento no coincide exactamente con nuestras expectativas. Muchas veces nuestra mente suele idealizar lo que no tenemos.
Son muchas las ocasiones en las que nuestra mente mezcla nuestras expectativas con nuestras fantasías. De esta manera idealizamos lo que todavía no forma parte de nuestra vida. Este mecanismo es por un lado muy útil, porque nos motiva a seguir nuestros sueños, pero por otro puede ser causa de insatisfacción, la realidad casi nunca coincide con las expectativas. La cuestión se hace más compleja cuando empezamos a idealizar algo que no solo no hemos vivido, sino que hemos elegido no vivir para dar espacio a otras experiencias. Nunca se sabrá que pudo ser mejor sin haberlo vivido y lo más cierto es que ningún camino está libre de problemas.
Es la vida misma que es así. No te amargues la vida preguntándote como hubiera sido algo si nunca podemos tener la respuesta. Lo más importante es elegir un camino siendo coherentes y congruentes con nuestros valores. Es muy importante dedicar un poco de tiempo a mirarnos dentro, a reflexionar y aclararnos las ideas sobre cual son los valores que nos mueven.
Todo lo que hemos vivido nos ha llevado a ser la persona que somos hoy. Todo ha tenido un sentido cada cosa, buena o mala, nos ha abierto nuevas puertas, nos ha hecho aprender algo nuevo, nos ha hecho descubrir una faceta nueva de nosotros mismos. Cada día que vivimos es como una pieza de un puzle, y seguro que llegará el momento en el que podremos ver el dibujo que forman al juntarse.
ELEGIR E IDEALIZAR. A menudo la vida nos pone delante de un cruce en el que tenemos que elegir entre dos caminos. Te ha pasado alguna vez de escoger un camino y de preguntarte: ¿Y si hubiera escogido el otro ahora como sería mi vida? ¿Sería yo más feliz? La mayoría de las veces esto pasa cuando las cosas no nos van del todo bien, cuando, en el camino elegido, vivimos un momento difícil o la realidad del momento no coincide exactamente con nuestras expectativas. Muchas veces nuestra mente suele idealizar lo que no tenemos.
Son muchas las ocasiones en las que nuestra mente mezcla nuestras expectativas con nuestras fantasías. De esta manera idealizamos lo que todavía no forma parte de nuestra vida. Este mecanismo es por un lado muy útil, porque nos motiva a seguir nuestros sueños, pero por otro puede ser causa de insatisfacción, la realidad casi nunca coincide con las expectativas. La cuestión se hace más compleja cuando empezamos a idealizar algo que no solo no hemos vivido, sino que hemos elegido no vivir para dar espacio a otras experiencias. Nunca se sabrá que pudo ser mejor sin haberlo vivido y lo más cierto es que ningún camino está libre de problemas.
Es la vida misma que es así. No te amargues la vida preguntándote como hubiera sido algo si nunca podemos tener la respuesta. Lo más importante es elegir un camino siendo coherentes y congruentes con nuestros valores. Es muy importante dedicar un poco de tiempo a mirarnos dentro, a reflexionar y aclararnos las ideas sobre cual son los valores que nos mueven.
Todo lo que hemos vivido nos ha llevado a ser la persona que somos hoy. Todo ha tenido un sentido cada cosa, buena o mala, nos ha abierto nuevas puertas, nos ha hecho aprender algo nuevo, nos ha hecho descubrir una faceta nueva de nosotros mismos. Cada día que vivimos es como una pieza de un puzle, y seguro que llegará el momento en el que podremos ver el dibujo que forman al juntarse.