MAS EXTREMADURA, MAS ESPAÑA.
Emilio Prieto cumplirá 76 años el próximo 9 de febrero. Lleva ya doce residiendo en Villanueva. Cinco años antes de retirarse, comenzaron a buscar una casa para trasladarse a un entorno rural. «A mí siempre me ha gustado esta zona», indica.
La conocía porque había venido un par de veces de turismo «y con un vecino mío, que era de Pasarón de la Vera». Así que, aunque él y su mujer estuvieron mirando también en otros lugares, se acabaron decantando por Villanueva cuando encontraron «una casa nueva, que estaba para entrar ya a vivir» en una de las vías «más bonitas» del pueblo, la calle Lanchuela.
Comercial de productos de decoración, estuvo viajando cuarenta años, haciéndose una media de 60.000 kilómetros al año. «Aquí el coche lo muevo si tengo que ir a Cáceres o al médico en Navalmoral, si no ni lo toco. A Madrid voy ya de visita, a ver a mi hija y mi nieta, pero nada más», cuenta. La calidad de vida es totalmente distinta», cuenta Emilio, que se integró plenamente en la vida del pueblo
Emilio Prieto cumplirá 76 años el próximo 9 de febrero. Lleva ya doce residiendo en Villanueva. Cinco años antes de retirarse, comenzaron a buscar una casa para trasladarse a un entorno rural. «A mí siempre me ha gustado esta zona», indica.
La conocía porque había venido un par de veces de turismo «y con un vecino mío, que era de Pasarón de la Vera». Así que, aunque él y su mujer estuvieron mirando también en otros lugares, se acabaron decantando por Villanueva cuando encontraron «una casa nueva, que estaba para entrar ya a vivir» en una de las vías «más bonitas» del pueblo, la calle Lanchuela.
Comercial de productos de decoración, estuvo viajando cuarenta años, haciéndose una media de 60.000 kilómetros al año. «Aquí el coche lo muevo si tengo que ir a Cáceres o al médico en Navalmoral, si no ni lo toco. A Madrid voy ya de visita, a ver a mi hija y mi nieta, pero nada más», cuenta. La calidad de vida es totalmente distinta», cuenta Emilio, que se integró plenamente en la vida del pueblo