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CRONICA SOCIAL-. PUERTA CON PUERTA, "un ganadero con raíces", no hay duda que lo lleva en la sangre, su padre y su abuelo, de este ultimo tenemos una pequeña anécdota que nos paso cuando íbamos para adulto que recordamos sin animadversión y si con mucho respeto hacia la persona somos de esos que solo recordamos lo bueno sin olvidarnos de lo no tan bueno, como buen “escorpión”, nadie es perfecto....
Los que les conocimos un poco sabemos que fue un gran negociante, muy trabajador y empresario, hiendo a lo que nos ocupa en aquella época entre otras cosas Juan Santos y el que suscribe para ganar unas pesetas contactamos con el (su abuelo) para recoger las aceitunas de los olivares que tenia, entre los dos pelearon los precios, uno para pagar por lo bajo y el otro por arriba llegando al acuerdo de palabras como se hacían las cosas en tiempos donde dar la palabra tenia “honorabilidad”, el caso es que ninguno impuso su precio, una parte lo pagaba a 1,50 pts., el kilo de la aceituna recogida, y la otra quería a 2,50 pts., al final llegaron a la conclusión “al ni pa ti ni pa mi” dejándolo en 2 pts...
¿Que nos demos prisa?, tranquilo, ¡pa que tanta prisa ¡, bueno el caso es que el amigo “Juan” también como ha demostrado en sus negocios tiene ADN de empresario negociador, de temprana edad ya se le veía venir, lo cierto que la recolección de la aceituna se llevo acabo pero ninguna de las dos partes cumplieron escrupulosamente porque “ninguno se fiaba del otro”, el caso es que se caían bastante aceituna al suelo en el peso que con el pie se ladeaba de la vista y no se pesaba, Juan que era el que llevaba la voz cantante ideo como resarcirse de tal agravio y en la ultima entrega de sacos de aceituna en su interior introdujo piedras y gorrones dando un peso superior al real que fueron pagados, que duda cabe que fuimos descubiertos sin consecuencias, después de tanto tiempo nos seguimos preguntando “quien engaño a quien, lo mismo ninguno”, es lo que hay...... tasio......
Queremos significar por motivos que pueden imaginar, que fuimos espectador privilegiado de primera fila, que solo contribuimos con nuestro trabajo y de las negociaciones no sabíamos que ese mundo existía....
Los que les conocimos un poco sabemos que fue un gran negociante, muy trabajador y empresario, hiendo a lo que nos ocupa en aquella época entre otras cosas Juan Santos y el que suscribe para ganar unas pesetas contactamos con el (su abuelo) para recoger las aceitunas de los olivares que tenia, entre los dos pelearon los precios, uno para pagar por lo bajo y el otro por arriba llegando al acuerdo de palabras como se hacían las cosas en tiempos donde dar la palabra tenia “honorabilidad”, el caso es que ninguno impuso su precio, una parte lo pagaba a 1,50 pts., el kilo de la aceituna recogida, y la otra quería a 2,50 pts., al final llegaron a la conclusión “al ni pa ti ni pa mi” dejándolo en 2 pts...
¿Que nos demos prisa?, tranquilo, ¡pa que tanta prisa ¡, bueno el caso es que el amigo “Juan” también como ha demostrado en sus negocios tiene ADN de empresario negociador, de temprana edad ya se le veía venir, lo cierto que la recolección de la aceituna se llevo acabo pero ninguna de las dos partes cumplieron escrupulosamente porque “ninguno se fiaba del otro”, el caso es que se caían bastante aceituna al suelo en el peso que con el pie se ladeaba de la vista y no se pesaba, Juan que era el que llevaba la voz cantante ideo como resarcirse de tal agravio y en la ultima entrega de sacos de aceituna en su interior introdujo piedras y gorrones dando un peso superior al real que fueron pagados, que duda cabe que fuimos descubiertos sin consecuencias, después de tanto tiempo nos seguimos preguntando “quien engaño a quien, lo mismo ninguno”, es lo que hay...... tasio......
Queremos significar por motivos que pueden imaginar, que fuimos espectador privilegiado de primera fila, que solo contribuimos con nuestro trabajo y de las negociaciones no sabíamos que ese mundo existía....