RELATOS AL ATARDECER-CCCVIX
LA CABRA Y EL LOBO. Cuentan que una vez un lobo quiso aliarse en un negocio con una cabra con la intención de aprovecharse de ella y comérsela en el momento más propicio. Pensó que dándola confianza, sería más fácil de atrapar. Pero la cabra resultó ser muy astuta, y nada más llegar al acuerdo para explotar juntos una granja, dijo al lobo: Señor lobo, debemos dejar muy claro el tema de las ganancias desde el primer momento, para que no haya malentendidos. ¿Qué prefieres, quedarte con todo lo que nazca sobre la tierra o bajo ella?
Esta cabra es tonta, pensó el lobo, si está bien claro. Y respondió: Me quedaré con todo lo que crezca sobre la tierra. Puedes quedarte con lo que encuentres bajo el suelo.
Pues bien, la cabra sembró cebollas, ajos y muchas zanahorias, y cuando llegó el momento de la recolección, no paró de sacar hortalizas, mientras que el lobo tuvo que quedarse con las pobres hierbas.
Me equivoqué el año pasado, cabra, dijo entonces el lobo. Para la próxima cosecha, me quedaré con lo que nazca bajo tierra y te dejaré lo que encuentres sobre el suelo.
Y ese año, la cabra sembró trigo y maíz. Qué contenta se puso con todo lo que pudo recoger. El lobo, sin embargo, solo pudo quedarse con las raíces.
LA CABRA Y EL LOBO. Cuentan que una vez un lobo quiso aliarse en un negocio con una cabra con la intención de aprovecharse de ella y comérsela en el momento más propicio. Pensó que dándola confianza, sería más fácil de atrapar. Pero la cabra resultó ser muy astuta, y nada más llegar al acuerdo para explotar juntos una granja, dijo al lobo: Señor lobo, debemos dejar muy claro el tema de las ganancias desde el primer momento, para que no haya malentendidos. ¿Qué prefieres, quedarte con todo lo que nazca sobre la tierra o bajo ella?
Esta cabra es tonta, pensó el lobo, si está bien claro. Y respondió: Me quedaré con todo lo que crezca sobre la tierra. Puedes quedarte con lo que encuentres bajo el suelo.
Pues bien, la cabra sembró cebollas, ajos y muchas zanahorias, y cuando llegó el momento de la recolección, no paró de sacar hortalizas, mientras que el lobo tuvo que quedarse con las pobres hierbas.
Me equivoqué el año pasado, cabra, dijo entonces el lobo. Para la próxima cosecha, me quedaré con lo que nazca bajo tierra y te dejaré lo que encuentres sobre el suelo.
Y ese año, la cabra sembró trigo y maíz. Qué contenta se puso con todo lo que pudo recoger. El lobo, sin embargo, solo pudo quedarse con las raíces.