¿Y qué vamos a comentar...? Pues que es una "historia" que sigue gustando... pero apreciamos que cada vez menos. Ya con la remodelación del cementerio desapareció la sepultura de su madre. Y lo único que por circunstancias se conservaba era la calavera, que fue donada a su hijo Eleuterio, que podía haber servido como completo a cualquier centro de interpretación, tan de moda hoy y orientado al turismo Tajo Internacional, que para nuestros políticos es una de sus espectativas para "remover" la España vacía... no vaciada. SALUDOS.