RELATOS AL ATARDECER-CCCXXXII
LOS PESCADORES Y LAS PIEDRAS. Unos pescadores salieron al mar a pescar. Poco después de lanzar las redes al agua, la lancha empezó a tambalearse y los hombres se pusieron a gritar y a saltar pensando que las redes estaban llenas de peces, pero resultó que sólo había una gran cantidad de piedras, provocándoles una gran desilusión.
Ya es suficiente! dijo el pescador más anciano. A la vista está que deberíamos haber esperado un poco antes de celebrar una gran pesca que no fue tal. Esto puede servirnos de lección, pues de la misma manera que hay momentos de gran alegría en la vida, debemos aprender a tolerar que también tengamos tiempos de desaliento. Cada vez que tropecemos y tengamos contrariedades, como ha sucedido hoy, que nos sirva de experiencia y nos dé más fuerza para poder superar juntos cualquier adversidad.
Esta historia nos enseña que, en la vida, a los buenos tiempos les su ceden otros malos y viceversa y es mejor que estemos preparados para estos cambios inesperados.
LOS PESCADORES Y LAS PIEDRAS. Unos pescadores salieron al mar a pescar. Poco después de lanzar las redes al agua, la lancha empezó a tambalearse y los hombres se pusieron a gritar y a saltar pensando que las redes estaban llenas de peces, pero resultó que sólo había una gran cantidad de piedras, provocándoles una gran desilusión.
Ya es suficiente! dijo el pescador más anciano. A la vista está que deberíamos haber esperado un poco antes de celebrar una gran pesca que no fue tal. Esto puede servirnos de lección, pues de la misma manera que hay momentos de gran alegría en la vida, debemos aprender a tolerar que también tengamos tiempos de desaliento. Cada vez que tropecemos y tengamos contrariedades, como ha sucedido hoy, que nos sirva de experiencia y nos dé más fuerza para poder superar juntos cualquier adversidad.
Esta historia nos enseña que, en la vida, a los buenos tiempos les su ceden otros malos y viceversa y es mejor que estemos preparados para estos cambios inesperados.