Fuegos artificiales. Desde la
antigüedad muchas
fiestas eran impensables sin las luminarias que con su claridad, arrancaban horas a la
noche y permitían la prolongación del
baile más allá de la puesta del sol. De ahí que encender las teas fuera ya en sí mismo un acto festivo, que marcaba el inicio de las celebraciones. La
hoguera era y es, en no pocas de las fiestas, el punto de
reunión alrededor del cual se concentra la comunidad. Transmisión de saberes y creencias, creación de canciones y ejecución
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