MEMBRIO: ¡Pero bueno! ¿Qué más quieres?...

RELATOS AL ATARDECER - CCCXLIX
EL DEDO EXTRAORDINARIO. Había una vez un mendigo que se había acostumbrado a malvivir con lo que le daban. Un día se encontró con un amigo de la infancia y ambos se pusieron a recordar viejos tiempos. ¿A ti qué tal te ha ido?, le preguntó el amigo al mendigo. Muy mal, mi situación es muy lastimosa, respondió. Creo que puedo ayudarte, le dijo su viejo amigo.
Dicho esto tocó con su dedo índice un ladrillo y lo convirtió en oro. Para ti. Esto aliviará tus necesidades, dijo. Sí, pero la vida es tan larga y pueden ocurrir tantas cosas, contestó el mendigo. El hombre tocó con su dedo una gran piedra y la convirtió en oro. Para ti. Ahora ya jamás tendrás problemas de dinero. ¡Eres rico!», le dijo su amigo. Está bien, pero la vida es tan larga y cuanto más tienes, más necesitas. ¡Pero bueno! ¿Qué más quieres?, exclamó el amigo. «Tu dedo», respondió el mendigo.
Esta historia nos enseña a no codiciar lo que no tenemos y aprender a vivir feliz con lo que necesitamos.

¡Pero bueno! ¿Qué más quieres?
¡Jesús, Jesús.............. La avaricia rompe el saco!