Cerdo ibérico. A lo largo de los tiempos la Dehesa de Extremadura es conocida notoriamente como un referente gastronómico y un espacio privilegiado repleto de historia y naturaleza.
La Dehesa extremeña se convierte en la extensión más amplia de Europa. Estamos ante un terreno colmado de numerosas especies arbóreas. En ella se encuentran principalmente encinas, alcornoques y olivos. Sin lugar a dudas es conocida como el reino indiscutible del cerdo ibérico. Es en este privilegiado espacio donde el animal campa a sus anchas mientras se abastece de bellotas y hierbas silvestres. Un hogar que también lo es para el ganado ovino, vacuno y multitud de aves y otros ejemplares terrestres como el jabalí y el ciervo.
Podemos afirmar de este modo que la Dehesa extremeña es un perfecto ejemplo de equilibrio entre conservación medioambiental y progreso agroganadero. Un concepto lejano a la filosofía de explotación intensiva.
La Dehesa extremeña se convierte en la extensión más amplia de Europa. Estamos ante un terreno colmado de numerosas especies arbóreas. En ella se encuentran principalmente encinas, alcornoques y olivos. Sin lugar a dudas es conocida como el reino indiscutible del cerdo ibérico. Es en este privilegiado espacio donde el animal campa a sus anchas mientras se abastece de bellotas y hierbas silvestres. Un hogar que también lo es para el ganado ovino, vacuno y multitud de aves y otros ejemplares terrestres como el jabalí y el ciervo.
Podemos afirmar de este modo que la Dehesa extremeña es un perfecto ejemplo de equilibrio entre conservación medioambiental y progreso agroganadero. Un concepto lejano a la filosofía de explotación intensiva.