RELATOS AL ATARDECER - CCCLVI
EL BEDUINO ENAMORADO. Un joven beduino fue a parar cerca de un pozo junto al que se encontraba sacando agua una muchacha tan guapa como la luna llena. El joven nómada se le acercó y le dijo embelesado: Estoy perdidamente enamorado de ti.
La joven, lejos de sentirse halagada, le respondió: Debo advertirte que cerca de la fuente, en esa dirección, hay otra muchacha, y te diré que es tan hermosa que yo no soy digna de ser su sierva. El beduino giró enseguida la cabeza hacia dónde le había indicado la joven y se puso a buscar a esa preciosa mujer. Pero, por más que abría los ojos, no conseguía ver a nadie.
Qué hermosa es la sinceridad y qué fea la mentira. Dices amarme y basta que yo te hable de otra mujer para ir a buscarla desesperadamente, exclamó la muchacha. Este cuento árabe nos enseña que, si queremos conseguir algo, hay que ir siempre con la honestidad por delante. La mentira, tarde o temprano, nos traerá graves consecuencias.
EL BEDUINO ENAMORADO. Un joven beduino fue a parar cerca de un pozo junto al que se encontraba sacando agua una muchacha tan guapa como la luna llena. El joven nómada se le acercó y le dijo embelesado: Estoy perdidamente enamorado de ti.
La joven, lejos de sentirse halagada, le respondió: Debo advertirte que cerca de la fuente, en esa dirección, hay otra muchacha, y te diré que es tan hermosa que yo no soy digna de ser su sierva. El beduino giró enseguida la cabeza hacia dónde le había indicado la joven y se puso a buscar a esa preciosa mujer. Pero, por más que abría los ojos, no conseguía ver a nadie.
Qué hermosa es la sinceridad y qué fea la mentira. Dices amarme y basta que yo te hable de otra mujer para ir a buscarla desesperadamente, exclamó la muchacha. Este cuento árabe nos enseña que, si queremos conseguir algo, hay que ir siempre con la honestidad por delante. La mentira, tarde o temprano, nos traerá graves consecuencias.