EVOLUCIÓN EXTREMEÑA. Durante las últimas décadas del siglo XVI, y a lo largo del XVII, Extremadura sufrió una larga y grave crisis demográfica y económica. Las cusas fundamentales fueron las guerras, la despoblación, las malas cosechas y las graves epidemias periódicas. Toda mala cosecha provocaba a corto plazo una irremediable carestía alimenticia y una epidemia. También las guerras exteriores de la monarquía hispánica tuvieron una enorme repercusión sobre Extremadura, que se vio sometida a impuestos excesivos para financiar conflictos bélicos y a levas periódicas de reclutas.