SE CANSARON DE MALVENDER EL CERDO IBERICO A LAS GRANDES MARCAS Y AHORA SON EL MAYOR PRODUCTOR DE EXTREMADURA DE JAMON DE BELLOTA 100% IBERICO.
Llegamos a Burguillos del Cerro, un pequeño pueblo en la comarca pacense de Zafra, una de las cunas del cerdo ibérico en España, adentrándonos a las afueras del pueblo en la finca El Alcornocal, donde se encuentra el germen de la empresa Señorío de Montanera, líder absoluto en la comercialización de jamón ibérico 100% bellota dentro de Extremadura.
Allí nos recibe Tomasa Pérez Corcho, que ejerce como anfitriona hasta que Kike, el apodo de Francisco Espárrago, director general y presidente de Señorío de Montanera llegue, espetando continuamente un "ya os contará Kike",
Y Kike cuenta, y mucho, sobre todo para narrar cómo en 30 años una empresa que surgió de la nada, reuniendo a distintos ganaderos de la zona, ha convertido la marca en el referente del ibérico de calidad dentro de Extremadura y los motivos que les llevaron a ello.
En su discurso, bien hilado, también se habla de lo difícil que es exportar a Estados Unidos, de lo meticulosos que son los japoneses, de por qué el cerdo ibérico no es la bicoca económica que algunos pretenden creer y, sobre todo, de cómo poner Extremadura en el lugar que, por cerdos, corresponde.
Llegamos a Burguillos del Cerro, un pequeño pueblo en la comarca pacense de Zafra, una de las cunas del cerdo ibérico en España, adentrándonos a las afueras del pueblo en la finca El Alcornocal, donde se encuentra el germen de la empresa Señorío de Montanera, líder absoluto en la comercialización de jamón ibérico 100% bellota dentro de Extremadura.
Allí nos recibe Tomasa Pérez Corcho, que ejerce como anfitriona hasta que Kike, el apodo de Francisco Espárrago, director general y presidente de Señorío de Montanera llegue, espetando continuamente un "ya os contará Kike",
Y Kike cuenta, y mucho, sobre todo para narrar cómo en 30 años una empresa que surgió de la nada, reuniendo a distintos ganaderos de la zona, ha convertido la marca en el referente del ibérico de calidad dentro de Extremadura y los motivos que les llevaron a ello.
En su discurso, bien hilado, también se habla de lo difícil que es exportar a Estados Unidos, de lo meticulosos que son los japoneses, de por qué el cerdo ibérico no es la bicoca económica que algunos pretenden creer y, sobre todo, de cómo poner Extremadura en el lugar que, por cerdos, corresponde.