CRONICA DE LA VIDA MISMA.-Tengo 82 años, 4 hijos, 11 nietos, 2 bisnietos y una habitación de 3 x 3 en una residencia de ancianos donde me dejaron varado.
Ya no tengo mi
casa ni mis cosas queridas, pero sí tengo a alguien que arregla mi habitación, prepara mi
comida y cama, me toma la presión y me pesa.
Ya no tengo la risa de mis nietos, verlos crecer, abrazarse y pelearse; algunos vienen a verme cada 15 días; otros, cada tres o cuatro meses; otros, nunca...
Ya no hago croquetas, ni huevos rellenos,
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