Silvia Ollacarisqueta
·
Un turista latinoamericano entró en una estación del metro de Estocolmo, capital de Suecia Allí notó que, entre muchos molinetes normales y comunes, había uno que daba paso libre gratuito.
Le preguntó a la vendedora de ticket el porqué de aquel molinete permanentemente libre para pasar y sin ningún agente de seguridad en las cercanías.
La dama le explicó que ese paso estaba destinado a las personas que no tuviesen dinero para pagar su pasaje. Incrédulo, no pudo evitar hacerle la pregunta que, para él era obvia: - Y si la persona tuviese dinero, pero simplemente no quisiese pagar?
La vendedora con una sonrisa, le respondió: - Pero por qué haría eso? Sin poder responder, el ingeniero pagó su pasaje y pasó por el molinete, seguido de una multitud que también había pagado por sus ticket. El paso libre continuó vacío.
La honestidad es uno de los valores más liberadores que un pueblo puede tener. Una sociedad que ha logrado transformar ese valor en algo natural, está en un estado de desarrollo, sin duda, superior.
Eso es educación... También y antes que nada! Cultive este valor y transmítaselo a sus hijos, a sus nietos, a sus alumnos, a la sociedad. Su mundo cambia cuando usted cambia. No premiemos las prácticas fraudulentas, los negocios mal habidos, la corrupción... Hagamos de la honestidad y buena fe un hábito..
·
Un turista latinoamericano entró en una estación del metro de Estocolmo, capital de Suecia Allí notó que, entre muchos molinetes normales y comunes, había uno que daba paso libre gratuito.
Le preguntó a la vendedora de ticket el porqué de aquel molinete permanentemente libre para pasar y sin ningún agente de seguridad en las cercanías.
La dama le explicó que ese paso estaba destinado a las personas que no tuviesen dinero para pagar su pasaje. Incrédulo, no pudo evitar hacerle la pregunta que, para él era obvia: - Y si la persona tuviese dinero, pero simplemente no quisiese pagar?
La vendedora con una sonrisa, le respondió: - Pero por qué haría eso? Sin poder responder, el ingeniero pagó su pasaje y pasó por el molinete, seguido de una multitud que también había pagado por sus ticket. El paso libre continuó vacío.
La honestidad es uno de los valores más liberadores que un pueblo puede tener. Una sociedad que ha logrado transformar ese valor en algo natural, está en un estado de desarrollo, sin duda, superior.
Eso es educación... También y antes que nada! Cultive este valor y transmítaselo a sus hijos, a sus nietos, a sus alumnos, a la sociedad. Su mundo cambia cuando usted cambia. No premiemos las prácticas fraudulentas, los negocios mal habidos, la corrupción... Hagamos de la honestidad y buena fe un hábito..