La llamada fiesta de los toros, ha generado una gran cantidad de literatura, a favor y en contra (más a favor). La épica, la sangre, la belleza del animal, la fiesta, la flor, la mujer, la mantilla, los caballos. ¡El pasmo de Triana! “Joselito, Joselito, ya te lo decía yo, no vayas a Talavera, que va a ser tu perdición”. Sólo por eso merecerían la pena. Nuestra Carolina Coronado (que hermosura la Jarilla) fue crítica: << ¡Bravo!... generación; rauda caminas/ a modelar tus hombres con las fieras; / ¡bien tus nobles misiones adivinas, /te escapas de las cátedras latinas /y en las plazas de toros te atrincheras!>> El no menos nuestro, García Lorca, Federico, se posicionó en el otro lado: << ¡Que no quiero verla!
Dile a la luna que venga, / que no quiero ver la sangre/ de Ignacio sobre la arena. / ¡Que no quiero verla!>>. Influyen, lógicamente, el tiempo en que uno vive y el lugar. Saludos. PC
Dile a la luna que venga, / que no quiero ver la sangre/ de Ignacio sobre la arena. / ¡Que no quiero verla!>>. Influyen, lógicamente, el tiempo en que uno vive y el lugar. Saludos. PC