Aquí "veraneaba" yo entre los años 59 y 62. Aquí trabajaban mi tío Teodoro (el encargado exigente, que a quien más exigía era a sí mismo, fiel a sus jefes y al que recuerdo en la oficina de sol a sol, descansando el domingo nadamás), mi tía Teresa, (que aunque no era maestra, ejercía como tal, había estudiado con mi madre en Toledo y hacía lo que podía), estaba mi tía Sagrario, mi abuela MªJuana, mi prima Alicia y más tíos y primos que venían de visita. ¡Que bien lo pasaba pescanddo tencas en esta orilla de la huerta y cazando ranas por las noches! Mejor que en Canarias, que en el Caribe, que en Marbella... Sería porque era niña y no tenía otros problemas... Perdonad por "el rollo", pero algunos jóvenes se darán cuenta de que para ser feliz no hace falta irse lejos. (me gusta la Filosofía).