El tiempo ha acompañado para que la afluencia al camposanto haya sido masiva, no de igual manera si hubiese sido puente. Siempre hay algo que contar: nuestro párroco D. Ángel (felicidades por su recientecumpleaños) tuvo la feliz idea de que el Santo Rosario fuera itinerante por todos los rincones: como si del mismo Via Crucis se tratase. También se cambió el lugar donde se ofició misa, que fue desde los nuevos soportales. El campo se inundó de cazadores, que "inflaban" los bares en las tempranas mañanas. Y es que la caza quizá se esté convirtiendo en el deporte más popular a pesar de la recesión económica. Mientras tanto las monjitas franciscanas de la Residencia, nos dejaba para irse a Centroamérica. Parece ser que se van a quedar con ella un matrimonio ya ducho en residencias del Obispado. El Cura D. Martín, actualmente en la Campiña, la supervisará. Dios quiera que de una vez para siempre se normaliza esta ya crónica situación. Finalmente y actualmente se está eligiendo el color del manto de Nuestra Excelsa Patrona. Saludos.