¡Qué contentos se os ve! La verdad es que me alegro que os lo pasaseis bien y tuvierais buenos momentos en las fiestas como el que se ve. Para lanzarte a cantar, tenías que estar muy animado, Carlos, pues Miguel necesita menos para echarse a las tablas. Me alegro de verte tan contento e imagino que por la vida te irá bien en Badajoz, al igual que a tu familia. A nosotros nos va biem, aquí en Cáceres. Me ha hecho mucha gracia verte en la foto, pues ya hace mucho tiempo que no nos vemos, y a pesar del paso de los años te conservas bien, aunque éstos no pasan en balde, pero lo importante es tener espíritu joven, buen humor y vivir la vida día a día lo mejor que uno pueda. Recuerdos para tu familia y un saludo de un compañero que también pasó buenos ratos en tu pueblo.
Colega, arr, leí tu escrito sobre "los niños cantores de Viena". La verdad es que la animación crepitaba de forma tumultuosa por las "basílicas" de la convivencia vecinal del mediodia (los bares). Saludos, comentarios y recordanzas animaban el ambiente. Era el día 16, algunos paisanos ya empezaban a despedirse y en ese ambiente de alegria y de nostalgia con las cañas sobre la barra y a la espalda el Maestro Tomás con su acordeón no pudimos sustraernos a los sones de "Las cintas de mi capa", y... ahí nos tienes en plena faena, recordando el Santiago estudiantil. Recuerdos para todos vosotros.