Su Excelencia EL CANDIL
Fui muy útil, práctico y económico, con un poquito de aceite y una mecha RETORCIDA empapada en este, daba luz durante muchas horas de la noche. Con el humo que desprendía, estaba negro como el carbón, pero cuando fui sustituido por la BOMBILLA me jubilé a vivir la buena vida y me colocaron de adorno, y fui pintado de PURPURINA porque me dijeron que así estaba más bonito y mejor presentado.
Yo, El CANDIL le digo a la bombilla: “tú eres presumida, redondita con curvas desiguales, tu vestido es cristalino y transparente y se te ve todo el mecanismo que llevas por dentro, siempre estas fija sin moverte y colgada del centro del techo y si te caes al suelo, del ORGULLO que tienes, explotas; te haces añicos. Tú das luz al mundo moderno y ves las nuevas TECNOLOGÍAS: la televisión, el microondas, la vitrocerámica, el ordenador, el móvil………..
PERO NUNCA VERÁS LO QUE YO VI. Siempre estuve colgado de una ALCAYATA clavada en la pared y me movían de un sitio a otro para llevar mi luz por todos los rincones de la CASA, soy SENCILLO y duro como el ACERO, muchas veces me he caído al suelo, nunca me he roto y he seguido dando mi luz porque era muy FIEL a mi trabajo. Era bueno y amigo de todo lo que pudiera existir a mi alrededor y daba mi luz sin distinción, pero aún así, tenía un ENEMIGO, el VIENTO que me apagaba con facilidad y, a pesar de poner junto a mi luz la palma de una mano para protegerme, me debilitaba y me apagaba. También procuraban ponerme a la ABRIGADA pero no era capaz de soportarlo, me hacía TAMBALEAR haciéndome sufrir en mi afán de permanecer encendido apagándome al final.
Yo vi, y di luz cuando dieron a LUZ en casa y, de noche, yo vi el primer GRITO de un BEBÉ, vi la tranquilidad de una MADRE, y de las que le acompañaban, al ver que su hijo o hija había nacido BIEN. Vi madrugar para ir a trabajar al CAMPO y regresar tarde mojados por la lluvia. Yo los vi, sentados junto a la camilla calentándose en el BRASERO y jugando al PARCHÍS y a la OCA.
Vi, junto a la LUMBRE, hacer las MIGAS en la SARTÉN colocada sobre las TRÉBEDES, y el PUCHERO arrimado a la lumbre.
Vi, pasar la yunta y gallinas por el pasillo de la casa hasta la CUADRA, entrar y salir GATOS por la GATERA de la puerta haciendo su recorrido por si pillaban algún RATÓN, las TROJES llenas de trigo, cebada y avena, el PAJAR lleno de paja, la MATAMZA colgada del CAÑIZO en el DOBLADO, cantaros, tinajas, barriles y botijos llenos de agua fresca del pozo.
Sí, di mi luz en las casas del pueblo y también en el campo, en los CHOZOS de PASTORES y VAQUEROS.
Sí, bombilla me has sustituido con ÉXITO y reconozco que eres HERMOSA, pero yo soy CENTENARIO y fui muy HUMANO, por eso me conservan con CARIÑO y NOSTALGIA en mi sitio de siempre, COLGADO DE LA ALCAYATA EN LA PARED”.
Fui muy útil, práctico y económico, con un poquito de aceite y una mecha RETORCIDA empapada en este, daba luz durante muchas horas de la noche. Con el humo que desprendía, estaba negro como el carbón, pero cuando fui sustituido por la BOMBILLA me jubilé a vivir la buena vida y me colocaron de adorno, y fui pintado de PURPURINA porque me dijeron que así estaba más bonito y mejor presentado.
Yo, El CANDIL le digo a la bombilla: “tú eres presumida, redondita con curvas desiguales, tu vestido es cristalino y transparente y se te ve todo el mecanismo que llevas por dentro, siempre estas fija sin moverte y colgada del centro del techo y si te caes al suelo, del ORGULLO que tienes, explotas; te haces añicos. Tú das luz al mundo moderno y ves las nuevas TECNOLOGÍAS: la televisión, el microondas, la vitrocerámica, el ordenador, el móvil………..
PERO NUNCA VERÁS LO QUE YO VI. Siempre estuve colgado de una ALCAYATA clavada en la pared y me movían de un sitio a otro para llevar mi luz por todos los rincones de la CASA, soy SENCILLO y duro como el ACERO, muchas veces me he caído al suelo, nunca me he roto y he seguido dando mi luz porque era muy FIEL a mi trabajo. Era bueno y amigo de todo lo que pudiera existir a mi alrededor y daba mi luz sin distinción, pero aún así, tenía un ENEMIGO, el VIENTO que me apagaba con facilidad y, a pesar de poner junto a mi luz la palma de una mano para protegerme, me debilitaba y me apagaba. También procuraban ponerme a la ABRIGADA pero no era capaz de soportarlo, me hacía TAMBALEAR haciéndome sufrir en mi afán de permanecer encendido apagándome al final.
Yo vi, y di luz cuando dieron a LUZ en casa y, de noche, yo vi el primer GRITO de un BEBÉ, vi la tranquilidad de una MADRE, y de las que le acompañaban, al ver que su hijo o hija había nacido BIEN. Vi madrugar para ir a trabajar al CAMPO y regresar tarde mojados por la lluvia. Yo los vi, sentados junto a la camilla calentándose en el BRASERO y jugando al PARCHÍS y a la OCA.
Vi, junto a la LUMBRE, hacer las MIGAS en la SARTÉN colocada sobre las TRÉBEDES, y el PUCHERO arrimado a la lumbre.
Vi, pasar la yunta y gallinas por el pasillo de la casa hasta la CUADRA, entrar y salir GATOS por la GATERA de la puerta haciendo su recorrido por si pillaban algún RATÓN, las TROJES llenas de trigo, cebada y avena, el PAJAR lleno de paja, la MATAMZA colgada del CAÑIZO en el DOBLADO, cantaros, tinajas, barriles y botijos llenos de agua fresca del pozo.
Sí, di mi luz en las casas del pueblo y también en el campo, en los CHOZOS de PASTORES y VAQUEROS.
Sí, bombilla me has sustituido con ÉXITO y reconozco que eres HERMOSA, pero yo soy CENTENARIO y fui muy HUMANO, por eso me conservan con CARIÑO y NOSTALGIA en mi sitio de siempre, COLGADO DE LA ALCAYATA EN LA PARED”.